La energía que se encuentra en los cereales con respecto al reino vegetal, es de carácter único. Estos pertenecen dentro del reino vegetal a las gramíneas. Hay siete cereales fundamentales: en el Oeste el maíz, en el Este el arroz, en el Sur el mijo, en el Norte la avena y en el centro el trigo, el centeno y la cebada.
Los cereales son el pan de la humanidad y la Conciencia de la Naturaleza lo distribuyó de tal manera sobre la tierra, que cada grupo o raza humana posee su pan específico. Los indios han cultivado el maíz deidificándolo como el dios Quetzalcoalt, los asiáticos el arroz, que llegó hasta nosotros por los árabes. Cuentan que el arroz era una lágrima de Alá caída en el Paraíso. En África el mijo, en el norte de Europa y Asia la avena, solo en el Centro lo que corresponde a la cultura Persa, a Mesopotamia y Grecia la cebada, el centeno y el trigo. El trigo registrado en antiguos escritos como la mas perfecta de todas las semillas también deidificada como el Cuerpo de Cristo.
Los ce-reales en sus tallos encarnan poderes luminosos puros, estos contienen cuarzo silíceo y presentan radiada configuración, estas entidades cuando maduran, sacrifican su vida entera desde el tallo verde a favor del grano. No hay planta que cuando madura, adquiera color amarillo oro. Lo que muere en los cereales se torna amarillo oro, la fuerza vital entera es sacrificada a favor del grano, a favor de la semilla. Esa concentración de la semilla, representa la esencia solar concentrada en el grano. Las fuerza formadoras y plasmadoras de los cereales han constituido y constituyen el alimento primordial de la raza humana.
