Durante años creí profundamente que mi aportación a la sociedad era importantísima y me sentía muy especial. Por suerte mi búsqueda personal me lleva cada día a acercarme a lo esencial, a los hechos, y veo que lo que aporto no es especial, es sencillo y simple y está al alcance de todos. Comprender que todo se equilibra por si mismo, como la inmovilidad, que es la respuesta a la expansión para encontrar su equilibrio es una de las claves. La obra de Ohsawa, fielmente transmitida por René Levy nos guía, observando las leyes del Universo, ese es el tesoro. Esas leyes son las que nos ayudan a comprender y desarrollarnos para hacernos libres, salir del ego y vivir con la alegría del dar y de tomar.
Me entristece ver cómo la esencia de la Macrobiótica se diluye, cuando no se ve la grandeza de su sencillez. En muchas ocasiones se utiliza la Macrobiótica solo como método para mejorar la salud y se deja de lado la compresión de las leyes del Universo, que con tanta énfasis y entrega Ohsawa nos explico. René Levy aporto mucho en la Macrobiótica, dedicó su vida a explicar estas leyes tan visibles y desarrollo métodos culinarios para simplificar nuestra vida. Estos métodos como la Cocción Angélica, si no se explican desde la Filosofía, desde la aplicación y observación del Orden del Universo pasan a ser simples recetas, transmitidas por personas que no han comprendido el sentido autentico de la Macrobiótica y hacen de ella una sana manera de comer. Ohsawa y René Levy, nos han dado las llaves para encontrar la libertad y me resulta doloroso ver como sus enseñanzas se diluyen por personas que creen transmitirlas sin haberlas comprendido. "La práctica sin la teoría es peligrosa" Ana López
